domingo, 27 de mayo de 2012

¿Qué hacer si te pilla una alud de nieve?

Siguiendo las precauciones básicas, se reducen al mínimo las posibilidades de sufrir un accidente. Aún así con la nieve se corre peligro y en algunos momentos es necesario arriesgarse. El fenómeno se percibe primero por el sonido. Esta puede comenzar por un crujido y a continuación se desprende una placa. O con un estruendo similar a una explosión producido al haber un bache de aire en el manto. Según algunos supervivientes, cuando se desencadena el alud sientes como la montaña se mueve bajo tus pies. Si no está debajo intenta visualizar hacia dónde se dirige para intentar salir a una zona segura. Cuando alguien queda atrapado por una avalancha, una respuesta coordinada le puede salvar la vida. Mientras el alud cae, las personas que estén en lugar seguro deben intentar avistar dónde alcanzó a la víctima. A continuación el más experto debe ponerse a coordinar el grupo. Uno debe avisar a los servicios de emergencia para que acudan al rescate. Otro que vigile por si se producen más aludes. Se han dado casos en los que todavía no se había desprendido del todo y poco después cae lo que queda inestable. El resto de gente debe comenzar la búsqueda. Cuánto más rápido se reaccione, más posibilidades habrá de rescatar al accidentado con vida. Los primeros quince minutos son vitales. A partir de allí, las posibilidades de hallar la victima con vida se reducen hasta que llega un momento que es imposible sacarle con vida. El equipo debe conectar los ARVAS en modo receptor hasta encontrar a todos los atrapados. Para ello es preciso hacer una batida teniendo en cuenta el lugar dónde el excursionista fue alcanzado. Lo más probable es que el alud le haya arrastrado unos metros. El grupo debe permanecer atento ante otra avalancha y tener pensada la huída a zona segura si esta se produjera. El ARVA en modo receptor produce pitidos con mayor frecuencia y volumen al acercarse a la víctima. Con los viejos ARVAS el movimiento de batida es en cruz mientras que en los nuevos se indica con flechas de dónde proceden las frecuencias del ARVA de la victima. Cuando ya se sabe que la victima está a menos de dos metros, se procede a montar la sonda y empezar a pinchar la nieve hasta que tope con algo duro enterrado que pueda ser victima. Entonces se marca el punto y se sacan las palas para comenzar a cavar en la nieve hasta dar con la victima. La cabeza es lo primero que se tiene que sacar para que respire aunque nos encontremos antes las piernas. Su ARVA que permanezca en modo receptor por si se desprendiera otra avalancha. Una vez desenterrado por completo, la víctima tiene ser abrigada con una manta térmica y los abrigos plumas o demás ropa caliente de la que se disponga por poder encontrarse en estado hipotérmico. Muchas veces se tiene que practicar maniobras de reanimación por estar en parada cardiorespiratoria. Si se encuentra herido habrá que esperar a los equipos de rescate para que le puedan evacuar de la zona lo antes posible. En caso de quedarte atrapado y estar consciente lo primero que uno debe saber es cual es la salida más rápida. Ello se puede comprobar con líquidos, incluso con la propia orina. A continuación, es necesario hacerse una cámara de aire, respirar lo mínimo posible y comenzar a cavar hacia la superficie. Entre las virtudes de un buen montañero se encuentra la prudencia, la humildad y sabiduría de renunciar a tiempo. Es el mejor consejo que se le puede dar al que se decida a salir a la montaña. La mayoría de los accidentes son evitables. La montaña es un medio extremadamente cambiante y peligroso frente al cual uno depende de su intuición para no perder la vida.

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