Una semana después de la calima de la Transvulcania, los corredores se van a tener que enfrentar a la lluvia y la nieve de la sierra de Aitzkorri. Demasiado cambio para tan poco tiempo, aunque quizás no tanto para la élite del Trailrunning.
Apenas colgados los esquís y tras una temporada calificada por el
mismo como regular, Kilian Jornet cogió el avión a la isla de
Palma donde le esperaba la Transvulcania, 83 km entre los volcanes de
la isla. Un cambio demasiado brusco para el Rey del Trail Running que
venía de las nieves de la carrera alpina “Patrouille des
Glaciers”.
Con casi 30 grados de temperatura, el bochorno fue el principal
enemigo de los corredores que zambullían sus cabezas en el agua en
cuanto podían. Daba la impresión que el calor procedía de las
entrañas del volcán, una auténtica montaña viviente para Jornet.
Y es aquí donde hizo su aparición Dakota Jones, un joven
estadounidense de 21 años.
Las Canarias, que antaño servían de puerto intermedio para la
conquista de América, se ha convertido en un lugar especial para los
americanos que parecen querer hacer el camino inverso.
Parecía que había una maldición que impedía a los norteamericanos
ganar las carreras europeas y con el gran Anton Krupicka lesionado,
conseguir la Transvulcania se antojaba difícil. Sin embargo, tras un
duelo con Kilian y con el inglés Andy Symonds durante toda la
carrera, Dakota dio la campanada y se impuso batiendo el récord de
la carrera con 6 horas y 59 minutos. Para Krupicka, Jones no es el
futuro del Trail Running sino que “ya es el presente”.
Kilian consiguió “solo” un tercer puesto tras sufrir un golpe de
calor y desmayarse en la meta. Una imagen inédita del rey de la
ultraresistencia de montaña. Desde ese mismo instante, el catalán,
poco dado a las lamentaciones, miró hacia el País Vasco donde le
espera la Zegama Aizkorri. Ganada cuatro veces por él, Jornet se
siente “como en casa” cuando la corre gracias al ambiente que
crea el público.
Ahora
Dakota, tras haber osado disputarle el trono al “hijo de Zeus,
accidentalmente cambiado al nacer” es el centro de todas las
miradas. Sin olvidar a otros grandes corredores como Andy Symonds, el
inglés Max King o el reciente ganador de la Mt Elbrus, Luis
Hernando. Por no hablar del campeón de España de carreras por
montaña Iván Órtiz o Miguel Caballero. Los que vayan primeros
mirarán atentamente los relojes para intentar batir el récord
conseguido por el británico Rob Jebb en 2005 con 3h 54’18’’.
Para la campeona de la Copa del Mundo, Oihana Cortazar, esta carrera
es algo también muy especial ya que corre de verdad en casa. En
2011, llegó primera a la meta con su hijo entre los vítores de sus
paisanos. La ganadora de la transvulcania, la Neozelandesa Anna
Frost, no competirá porque según ella, no se encuentra mentalizada
y recuperada físicamente de la Transvulcania.
Otro protagonista que no se quiere perder la carrera será la lluvia.
Existen un 100% de posibilidades de que llueva e incluso nieve por
encima de 1.200-1300 metros (el Aitzgorri tiene 1.528 metros de
altitud). Quizás ha sido Zeus que haya querido beneficiar a su
hijo, especializado en estas condiciones o haya sido un capricho de
la diosa de la madre tierra y de la naturaleza que según la
tradición habita en una cueva de esta montaña. Con estas
condiciones y con casi todos los dioses de las carreras por montaña
presentes, la emoción y el duelo está asegurado.
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