domingo, 27 de mayo de 2012

La gran tragedia del Everest


Un 10 de Mayo de 1996 se consumó la peor tragedia acontecida en el Everest, que sacudió la conciencia de todos los alpinistas hasta el punto de plantearse a donde habíamos llegado, si se había ido demasiado lejos con la mercantilización de la montaña.
Todo empezó cuando dos expediciones comerciales, formadas por cuarenta personas intentaban subir y después bajar, de la cima del Everest, con una previsión meteorológica buena. Sin embargo, un rápido cambio de tiempo hizo que se vieran atrapadas las dos expediciones a más de 8000 metros de altura. Entre los muertos, se encontraba Rob Hall, director de Adventure Consultants y Scott Fisher, de Mountain Madness.
Como todas las tragedias, esta fue provocada por un cúmulo de factores. El primero es que ambos contaban con que habría cuerdas fijas instaladas y las tres expediciones se retrasaron. Después, la progresión de las expediciones que fue extremadamente lenta. Esto se debió en parte a que los integrantes de la expedición no habían hecho ningún 8000 con anterioridad. Esto fue bastante criticado. Para contrarrestar esta desventaja, había tres guías por expedición, un sherpa por cada cliente, cuerda fija que se tendría que haber instalado a tiempo y oxígeno.
Antony Boukreev, que era el ochomilista más fuerte en aquel momento decidió no usar oxígeno mientras abría huella y guiaba la ascensión. Cuando llego a la cima, comenzó a sentir mucho frío y bajó para preparar líquido y estar preparado para cuando los clientes descendieran. La pregunta es si hubiera podido ayudar a los clientes cuando tuvieran problemas. Aún así pudo salvar a tres vidas.
El debate que se desencadenó es qué significa el ser un guía de altitud. Porque tal y como dijo Boukreev, “para escalar a 8000 metros no hay dinero que pueda garantizar el resultado.”
Este hecho que vivió en primera persona el periodista Jon Krakauer lo recogió en su libro "Into thin air"  , que criticó mucho el hecho de que Boukreev abriera huella sin oxígeno porque después se tuvo que bajar sin que pudiera avisar a los clientes que venían por detrás. Incluso llegaron a debatir en público sobre el suceso. Antes de su muerte, escribió un libro para dar su propia versión de los hechos llamado "Everest 1996"
Sin embargo, tal y como demuestran los hechos acontecidos este año, donde ya casi han fallecido 8 personas en un Everest masificado, vuelve a haber los mismos problemas. Ha pasado de ser un hito alpino a una atracción turística comercial. China restringe al máximo los permisos. La historia todavía no ha terminado...

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