Este puente de la Constitución las noticias que llegaban de las pistas eran desalentadoras. En el Pirineo Aragonés, sólamente ha abierto Cerler con apenas 5 km esquiables. En Cataluña tampoco se han librado de la falta de nieve, y sólamente han abierto Vallter 2000 y poco más. Esperemos que pronto lleguen temporales de nieve y las llenen.
Sin embargo, un esquiador de montaña no tiene que rezar para que nieve, sino que puede ir a buscarla. Sólo tiene que enganchar sus focas y su material e ir a aquellos rincones de la montaña que entre sus sombras se esconden unos "fuera pistas" sin comparación a los de las estaciones de esquí.
Por ejemplo, ahora el Aneto tiene nieve y además hay muy poca gente. Sin duda alguna, la bajada por el glaciar es una de las mejores que existen en el Pirineo. O sino por el pico vecino, la Maladeta, cuyo tramo final contiene una pala, sólo apta para esquiadores extremos. Los tres miles de las Argualas y el Macizo de los Infiernos
Así que ya saben amigos, no esperen las nieves. Cojan sus esquís y pieles de foca y echesen al monte que hay mucha nieve virgen esperándoles.
Aún faltando la nieve, el esquiador de montaña siempre tira hacia arriba
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